Tal y como lo previmos. El dia de ayer por la tarde, una tormenta que más que agua, estuvo llena de aire, azotó a esta "noble" ciudad de Guadalajara.
Asi es, la mal llamada "Perla de Occidente", sufrió los estragos que, en mis proféticas declaraciones anteriores comentè.
Arboles caídos por doquier, afectando la de ya por si caótica circulación vehicular.
A todo esto, agreguemos los kilos y kilos de basura acumulada en las calles, producto de nuestros congéneres, que sin importar que sea un chicle, una colilla de cigarro, una lata de refresco, o un envase de pet (plástico), lo tira en la calle.
Después, esos "nobles y concienzudos" tapatíos, se quejan de las inundaciones, de las coladeras tapadas, , etc.
Para que tanto alboroto, total, solo fué una lluviecita de 10 minutos, y ya nos estamos apanicando.
Esperemos que lleguen las verdaderas tormentas, que Plaza del Sol se vuelva a inundar, así, podremos presumir que tenemos un jet sky, o mejor aún, podremos esquiar amarrados de la defensa de una Hummer (aunque no hayamos pagado tenencia), y pasar y salpicar a los trasvestis que transitan por esta zona en busca de clientes.
Y que decir de las obras de remozamiento del "Centro Histórico".
Con tantos agujeros sin tapar, con las calles semi-destruídas, con tantos trabajadores en la obra a los que no les gusta mojarse, tendremos un caótico centro histórico paralizado.
Al menos los establecimientos (los que han sobrevivido) ya no tendrán que estar regando la calle para evitar la polvadera.
Seguimos esperando ver los beneficios (para el pùblico, no para los políticos) del "Macrobús).
Amor y Paz.