Hola mis queridos, duchos, y selectos lectores de este blog.
Después de la pausa de varios días sin escribir, aquí estoy de nuevo, con renovados bríos para hacer de las mías.
No bien empieza la temporada alta de la industria tequilera (septiembre por las fiestas patrias y diciembre por navidad y año nuevo), el gobierno nos asesta un golpe directo a nuestra economía (y a nuestro vicio), subiendo los impuestos en todo lo que puede y sin pedir permiso.
¿Y ahora que?
Seguiremos manteniendo a la bola de ratas que nos gobiernan, pagándoles con nuestros impuestos sus mansiones, vehículos de lujo y la gran vida que se dan.
Con agua tibia.
Dijera mi compadre John Lennon (que en paz puje), que las malas noticias son como una cubetada de agua fría, y que para relajarnos, hay que darnos un baño de agua tibia. ¿Será cierto?, ¿Y que tal las/los que se bañan con agua caliente arriba de los 40 grados?, ¿Acaso tendrán que pelarse cual pollos recién matados, para soportar las malas noticias?
Yo prefiero tomarme un tequila, blanco, derecho y de 40 grados de alcohol, para soportar las madrizas que el gobierno nos pone con los impuestos.
¿Y que sigue?
Pues lo mismo, seguiremos votando equivocadamente como cada sexenio, hasta que un dios, (no se cual, porque los que conozco hasta ahora no han hecho nada) nos quite del camino a tanto improvisado funcionario politico, que tenemos como representantes.
Ante tal situación, será mejor poner los pies en la tierra, y tratar de ahorrar, dejarnos de malinchismos y no ser corruptos, tal vez y asi, nuestros hijos crezcan con una conciencia plena y logren tener un mejor gobierno.
Ahí se ven.